Hermoso de ver, pero difícil de jugar
Es genial cuando encuentras un juego que es tan genial que es realmente difícil dejar de jugar, pero desafortunadamente ese no siempre es el caso. Afortunadamente para nosotros, Machinarium es uno de esos juegos, algo tan divertido que tuve un tiempo realmente difícil convenciéndome de dejar de jugarlo y comenzar a escribir una reseña.
La premisa de Machinarium es simple: eres un robot que ha sido arrojado accidentalmente al montón de chatarra más allá de la ciudad. Debes volver adentro para salvar la ciudad de la Hermandad de la Gorra Negra, rescatando a tu novia en el proceso. Machinarium es un juego bellamente diseñado con gráficos que logran ser encantadoramente lindos y inquietantes al mismo tiempo, y música que es a la vez misteriosa y relajante.
Esta complejidad es muy apropiada porque Machinarium es en realidad bastante difícil. Principalmente basado en el método de apuntar y hacer clic, se te muestra tu objetivo y luego se te pide que uses los objetos a tu alrededor para lograrlo. Esto podría variar desde engañar a un guardia de seguridad haciéndole creer que eres uno de los hermanos hasta resolver intrincados rompecabezas, todo con el objetivo de engañar a los malos y conseguir a la chica. Machinarium te permite recoger y guardar objetos en tu inventario, y hay una opción de pista en caso de que te quedes atascado, lo cual es bueno porque yo me quedé atascado, ¡y más de una vez!
¡Machinarium es un juego tan genial que te costará mucho alejarte de él!
